"Para una educación de calidad se necesita más inversión pública en las escuelas públicas"

Entrevistamos Marcos Khaue Ferreira de Queiroz, presidente de la Unión Municipal de Estudiantes de Secundaria de São Paulo y primer secretario general de la Unión Brasileña de Estudiantes de Secundaria

Por Fabíola Munhoz, de CLADE

Entrevista publicada originariamente en la página "Jóvenes y Educación" el 27 de mayo de 2016.

Foto: Hora do Povo

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Desde el año pasado (2015), estudiantes de secundaria, que luchan por una mayor financiación para asegurar la calidad de la educación pública, han ocupado las escuelas en diferentes estados de Brasil, para llamar la atención del público sobre los problemas actuales de infraestructura del sistema de educación pública, y requieren respuestas de los gobiernos a sus demandas de mayor participación en la gestión de los centros educativos. Para saber más acerca de este contexto, entrevistamos a Marcos Khaue Ferreira de Queiroz, presidente de la Unión Municipal de Estudiantes de Secundaria de São Paulo (UMES) y primer secretario general de la Unión Brasileña de Estudiantes de Secundaria (UBES).

En la conversación, mencionó cuáles son las principales banderas de la lucha del movimiento estudiantil de São Paulo y la importancia de la coordinación de las/os estudiantes en todo el país. "Luchamos cada día para que nuestras escuelas públicas nos aseguraren un buen futuro. En este sentido, existe una fuerte coordinación nacional entre las diversas organizaciones y movimientos estudiantiles, y nos reunimos en distintos espacios para luchar por la educación pública y de calidad. No es de extrañar que, además de denunciar la situación de las escuelas públicas del estado, y para criticar el estado de las escuelas municipales, exigimos también a la federación que garantice escuelas públicas mejores y una universidad pública mejor, para que tengamos acceso a una educación superior de calidad".

Podría comentar, por favor ¿cuáles son las razones que provocaron las actuales protestas y las ocupaciones de escuelas públicas por los estudiantes de secundaria en São Paulo? ¿Cuáles son las principales demandas de este movimiento?

Queiroz - En este momento, en la ciudad y el estado de São Paulo, hay una serie de movilizaciones impulsadas por el movimiento estudiantil, que lucha por una escuela pública de calidad. Hoy en día nuestras principales directrices de lucha son: el fin de los recortes de la inversión pública en educación, especialmente en las escuelas técnicas estatales, llamadas ETECs; y la apertura de una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) en la Asamblea Legislativa del Estado de São Paulo para investigar las recientes acusaciones de malversación de fondos públicos del estado que deben ser invertidos en los comedores escolares. Hoy en día, en algunas escuelas técnicas del estado de São Paulo no hay almuerzo, mientras que en otras, las/os estudiantes reciben sólo el llamado bocado seco, que es nada más que tres galletas de agua y sal y, a veces un jugo.

Para luchar por estas directrices, el movimiento estudiantil ha llevado a cabo manifestaciones en las calles y ocupaciones de algunas escuelas técnicas. Para exigir la apertura de la citada CPI de la Merienda y demandar un almuerzo de calidad, las organizaciones de estudiantes ocuparon la Asamblea Legislativa del Estado de São Paulo, y con ello, lograron la apertura de la Comisión de Investigación del Parlamento.

El año pasado (2015), ya fuimos testigos de una serie de ocupaciones de escuelas estatales por estudiantes de secundaria en contra de una reorganización escolar impuesta por el gobierno del estado de Sao Paulo, cuya intención era cerrar cerca de 94 escuelas públicas. En las ocupaciones de escuelas públicas el año pasado, las/os estudiantes movilizadas/os demostraron un gran potencial de auto-organización, partiendo de la gestión colectiva y participativa en las escuelas ocupadas. Se puede decir que la lucha de las/os estudiantes es también para pedir más participación en la toma de decisiones en las escuelas?

Queiroz - Nuestra pelea más grande en las escuelas públicas es tener una gestión democrática. Vivimos en una escuela que hace todo lo que quiere el Estado, y que tiene un sistema dictatorial en el que las/os estudiantes tienen poca participación. En las ocupaciones del año pasado, hemos observado a las/os estudiantes tomando la dirección de las escuelas. Incluso en muchos centros educativos ocupados, las/os estudiantes de secundaria pusieron en la fachada de los edificios un cartel con las palabras "bajo una nueva administración", que se refiere al hecho de que las/os estudiantes quisieron participar en la toma de decisiones de la gestión de la escuela, cuidando este entorno.

En varias escuelas ocupadas, las/os estudiantes crearon huertas, en otros, el espacio escolar se convirtió en un ambiente de producción cultural. Se realizaron asambleas diarias para decidir lo que debía hacerse, así como reuniones del consejo de estudiantes para disponer cómo administrar la escuela. Después del período de ocupaciones de escuelas estatales, luchamos mucho por crear cada vez más gremios dentro de los centros educativos, y que estas uniones tuvieran una voz, y no fueran sólo recreativos, o manipulados, como al gobierno del estado le gustaría, sino, para participar en los debates políticos escolares, especialmente en el consejo escolar, que es la principal organización del espacio y la toma de decisiones en las escuelas. Continuamos esta lucha por la gestión democrática en las escuelas.

Después de las ocupaciones que comenzaron el año pasado, se hizo evidente que las/os directoras/es de las escuelas no pueden subestimar a las/os estudiantes y su lucha dentro de las escuelas. Ellas/os ya podían darse cuenta de que cuando queremos, encontramos una manera de que nos escuchen, incluso cuando no quieren oír nuestra voz.

Al final del año pasado (2015), después de la ocupación de alrededor de 200 escuelas públicas en el estado de São Paulo, el gobernador del estado, Geraldo Alckmin, anunció la suspensión del proyecto de reorganización escolar. Sin embargo, de acuerdo con la Unión de Maestros de Educación Oficial del Estado de São Paulo (Apeoesp), hasta febrero de 2016, se habían cerrado 1.160 aulas en las escuelas públicas del estado. ¿Se puede decir que el gobierno está llevando a cabo una "reorganización silenciosa"? Si es así, ¿esta es también una de las causas del comienzo de la movilización de los estudiantes este año?

Queiroz – Esta fue otra razón. De hecho, el proceso de reorganización escolar que el gobierno trató de poner en práctica provocó en las/os estudiantes el deseo de discutir más la escuela pública. El gobierno ha propuesto que para mejorar la educación en el estado, tenía que cerrar las escuelas. Pensamos que al menos eso era contradictorio. Algo malo había. ¿Cómo mejorar la educación pública mediante el cierre de escuelas? Entonces comenzamos a discutir la educación pública y todos sus problemas en nuestro estado, como la aprobación automática, la falta de maestras/os, el hacinamiento en las aulas, etc.

Cuando el gobierno dijo que cerraría algunas escuelas debido a que el sistema tenía vacantes y poco después publicó una resolución que aumentó el número máximo de alumnos permitidos por clase, nos dimos cuenta de que esta reorganización ocurría de forma encubierta. Antes, el máximo permitido era de 40 alumnos por aula en la educación secundaria y con esta resolución, la cifra aumentó a 44. Esto se hizo, por supuesto, para justificar el cierre de aulas poco a poco y que las/os estudiantes tuvieran que tragarse la reorganización.

Sin embargo, las/os estudiantes movilizadas/os tuvieron conciencia de que nuestro país no será el mismo después de este proceso de manifestaciones que estamos viviendo. Las/os estudiantes no permanecerán en silencio soportando lo que le está pasando a nuestra educación. Vamos a buscar nuevas formas y estrategias de lucha. Ciertamente, la propuesta de reorganización escolar está relacionada con los recortes de fondos para la educación pública y la falta de respeto del gobierno del piso salarial de las/os maestras/os y trabajadoras/es de la educación. Otros factores son la precaria situación de nuestras escuelas públicas, con la falta de infraestructura en los centros escolares.

El 13 de mayo de 2016, hemos sido testigos del violento desalojo de cinco edificios públicos (dos escuelas técnicas y tres juntas escolares), que fueron ocupados por las/os estudiantes movilizadas/os en la ciudad de Sao Paulo. En esta operación, la policía militar, que no tenía autorización legal para llevar a cabo la toma de posesión, hizo uso de armas y detuvo a decenas de estudiantes. ¿Cómo el movimiento estudiantil se ha enfrentado a la amenaza de represión y criminalización por el Estado, y qué piensa de las ocupaciones como estrategia de combate en este escenario?

Queiroz - Sobre este tipo de medidas, ya conocemos, por desgracia, la acción de la policía en el estado de Sao Paulo. En nuestra opinión, la policía es un dispositivo que utiliza el estado de la manera que desea. Una policía agresiva y que reprime es la imagen de lo que el estado quiere que sea. Tanto es así, que cuando se determinó la recuperación del Centro Paula Souza [centro de administración de las escuelas técnicas del estado, y que fue ocupado por las/os estudiantes para protestar], una decisión del Tribunal de Justicia de São Paulo exigía que el desalojo se hiciera sin el uso de armas letales o no letales, y en presencia del Secretario de Seguridad Pública. Sin embargo, el entonces Secretario de Seguridad Pública, Alexandre de Moraes [que fue juramentado ministro de Justicia del presidente interino Michel Temer], no estuvo presente durante el desalojo del Centro Paula Souza, realizado el 6 de mayo, y autorizó la entrada de la policía militar al edificio, antes de la publicación de la orden judicial de desalojo. Este es un problema grave.

Por otra parte, en la retoma de posesión del día 13 de mayo, la policía aprovechó un momento de transición en la gestión de la Oficina de Seguridad Pública para llevar a cabo dicha acción violenta e ilegal. ¿Cómo puede ser normal que los estudiantes de la edad de las/os hijas/os de las/os policías les den palo porque están luchando por el derecho a una escuela pública y de calidad? Es absurdo la policía actuar de esa manera, como si fuéramos delincuentes.

En este contexto, algunos/as estudiantes tomaron la decisión de abandonar las escuelas, precisamente por miedo a sufrir la agresión de la policía y, por lo tanto, cambiaron la estrategia de lucha, sustituyendo las ocupaciones por las manifestaciones callejeras. En otras escuelas las/os estudiantes optaron por desalojar el centro educativo por el difícil diálogo entre las/os miembros de la comunidad educativa. Las ocupaciones han disminuido, pero la movilización continúa. La reducción en el número de ocupaciones es un reflejo de la represión policial, que es una acción directa del gobierno para tratar de restarle legitimidad a nuestra lucha.

¿Cuál fue la respuesta del gobierno del estado hasta ahora en relación con las demandas del movimiento estudiantil?

Queiroz - El gobierno no tiene apertura para el diálogo, nunca tuvo. Y cuando se dispone al diálogo, trata de hacerlo de forma incorrecta. El año pasado fue una prueba de ello. Nuestro mayor lucha no era contra la reorganización escolar, sino para que se diera un diálogo sobre esta propuesta en cada escuela, teniendo en cuenta la opinión de la comunidad educativa. Sin embargo, esto nunca ocurrió y, recientemente, el gobierno emitió una orientación para la creación de una serie de centros de estudiantes en las escuelas, que en muchos casos están formados por estudiantes indicadas/os por la dirección, para que pueda parecer que el gobierno está cumpliendo con su rol de diálogar con el movimiento estudiantil, lo cual no es cierto.

Tuvimos que tomarnos la Asamblea Legislativa para lograr la apertura de la CPI de la Merienda. Ocupamos varias escuelas técnicas e hicimos varias manifestaciones en las calles para que la gente supiera lo que le estaba ocurriendo a nuestra educación. Pedimos varias veces hablar con el gobernador, pero nunca respondió a nuestras solicitudes.

Él sólo dio un paso atrás y anunció la suspensión de la reorganización escolar en el momento en que se dio cuenta de que estaba perdiendo en el embate con las/os alumnas/os, y cuando empezó a caer su popularidad como resultado del impacto de las ocupaciones. Por lo tanto, no hay un gobierno dispuesto a dialogar, y nosotros, las/os estudiantes, no tenemos ninguna voluntad de llegar a un acuerdo con el gobierno. O el gobierno respeta la representatividad de todas/os las/os estudiantes, y todas las entidades en este diálogo, o seguiremos movilizándonos.

Hoy en día hay ocupaciones en las escuelas en varios otros estados de Brasil, por ejemplo, Ceará, Goiás, Espírito Santo, Río de Janeiro y, más recientemente, Paraná. ¿Qué hay en común entre estas manifestaciones y las que se llevan a cabo en São Paulo? ¿Existe una coordinación entre el movimiento estudiantil a nivel nacional como una forma de fortalecer la lucha?

Queiroz - La UMES São Paulo tiene buenas conexiones con los estudiantes de todo Brasil. Existe la Unión Brasileña de Estudiantes de Secundaria (UBES), que está en todas las áreas, y de la cual somos parte, y hay varias organizaciones que se van uniendo y coordinando en este proceso. Por supuesto que cada ocupación tiene una realidad específica, pero podemos decir que todas ellas tienen el mismo deseo público de luchar por una educación pública y de calidad.

Hemos visto, en Brasil, las ocupaciones que sucedieron como una forma de resistencia a los intentos del gobierno de privatizar el sistema escolar. En otros casos, así como en São Paulo, la lucha de los estudiantes es por más inversiones públicas para la garantía de una educación pública de calidad. Luchamos cada día para que nuestras escuelas públicas nos aseguren un buen futuro. En este sentido, existe una fuerte coordinación nacional entre las diversas organizaciones y movimientos estudiantiles, y nos reunimos en estos diversos espacios para luchar por ella.

No es de extrañar que, además de denunciar la situación de las escuelas públicas del estado, y criticar el estado de las escuelas municipales, también exigimos que la federación garantice escuelas públicas mejores y una universidad pública mejor, para que tengamos acceso a una educación superior de calidad.

En tu opinión, ¿qué elementos deben tener una educación para ser considerada de calidad?

Queiroz - Creemos que para tener una educación de calidad en nuestro estado, debemos, en primer lugar, poner fin a la aprobación automática. En este sistema, si la/el estudiante está presente, pasa el año, independientemente de cuánto haya aprendido, y esta es una manera que el estado encontró de gastar menos por estudiante porque el gobierno no ve la educación como una inversión, sino como un gasto. Otro elemento importante es la disminución en el número de alumnas/os en el aula, creando un ambiente mejor de enseñanza-aprendizaje y estudio colectivo. Somos a favor de que se reduzca el número de 44 alumnos por aula, que es lo máximo permitido en la escuela secundaria hoy en día, a 35. En la escuela primaria, queremos que lo máximo por clase sea 30 estudiantes.

Creemos que cuanto menor sea el número de alumnos por aula, mejor será la educación en su conjunto. Otro punto por el cual luchamos es mejorar la estructura del espacio escolar. En las escuelas de São Paulo, no tenemos laboratorio de química y física, pocos centros educativos tienen canchas, y todavía menos tienen bibliotecas. Otro tema clave es la lucha por el aumento de las inversiones en la educación pública, incluyendo el pago de salarios dignos a las/os empleadas/os y docentes. Las/os profesoras/es de São Paulo reciben los peores salarios de la categoría.

Con todos estos elementos, creemos que se puede mejorar la calidad de nuestra educación. Sin embargo, sabemos que muchas otras luchas deben librarse, por ejemplo, por la gestión democrática en las escuelas, por la discusión de las cuestiones de género en el aula, por una escuela de tiempo integral de calidad, de manera que las alumnas/os tengan acceso al deporte, a la cultura y al ocio en la escuela, y una mayor integración de las/os estudiantes con la coordinación, las/os maestras/os y otros profesionales, como psicólogas/os, nutricionistas, entre otros.

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